martes, 27 de diciembre de 2011

¿Mosqueado por las compras navideñas? Lea "Scroogenomics"

Si tras revisar el balance de la Navidad: Presupuesto invertido en regalos menos satisfacción por los regalos recibidos no está contento, quizás debería leerse el libro “Scroogenomics: Why You Shouldn’t Buy Presents for the Holidays” (Porqué no debería comprar regalos por Navidad) escrito por Joel Waldfogel, profesor de la Wharton School of Business.

La referencia al Señor Scrooge, de "Cuento de Navidad" de Charles Dickens no es gratuita, pues Waldfogel considera que esas compras son una "orgía de destrucción de riqueza" que sólo en EEUU, suponen unos 25.000 millones de dólares al año. Si no es odio a la Navidad, como el de Scrooge, se lo parece.
scroogenomicsWaldfogel considera que, desde un punto de vista puramente económico, este consumo es pernicioso porque se trata de regalos no deseados, en el sentido de que no responden a una necesidad. La elección no la hace quien recibe el regalo, lo que provoca muchos errores y compras no deseadas.

La teoría económica demuestra que la gente compra mejor cuando compra para sí misma, con lo que estos regalos suponen, por lógica, una distribución de recursos pésima.

No obstante, Waldfogel reconoce que los regalos a familiares directos y amigos íntimos no conllevan este margen de error, pero todos los demás sí. ¿Y qué ocurre entonces? Según un estudio internacional realizado en Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, España, Polonia y Reino Unido, por las consultorías Millward Brown y TNS, el 44% de los españoles recibió las pasadas navidades (por 2009) regalos que no querían. El mismo informe desvela que, a pesar de que los españoles a menudo reciben regalos que no son de su gusto, el 58% decide quedarse con ellos. Vaya, Walfogel tiene algo de razón.

El economista calcula que alrededor de un 20% de los regalos navideños 'falla' en las economías occidentales, no así en la China, por ejemplo, donde los niños reciben el 'lai see', un sobre con dinero. Quizás sea mejor así: regalar dinero o tarjetas de regalo y que cada uno se compre lo que quiera... en rebajas.

Y tú, ¿cómo lo ves?