Aunque el título procede de una conocida frase de Saddam Hussein, ex primer mandatario de Irak, que resultó poco acertada en su momento, La madre de todas las batallas da en el centro de la diana en cuanto al tiempo de su publicación y procede de una de las voces más destacadas del sector en España.La obra parte de la premisa fundamental de que "la energía lo es todo", pues "sin ella no hay crecimiento industrial ni económico", por lo que es "el pilar fundamental del futuro en Europa". A partir de un profundo conocimiento del sector energético mundial, Lacalle publica una fotografía de la realidad sin dogmatismos y con una capacidad pedagógica al alcance de pocas personas en un sector tan complicado.
La madre de todas las batallas es un libro de cabecera para periodistas, inversores, estudiantes y profesores, pues hunde sus raíces en la actualidad (fracking, crisis en Ucrania, crisis en Venezuela, evolución tecnológica, crisis en Irán e Irak, etc.) y fundamenta sus apreciaciones en datos consolidados así como en hechos históricos indiscutibles.
Lacalle no se pierde en términos excesivamente técnicos ni en la parte económica ni en la de ingeniería, pero tampoco podemos decir que estemos frente a una obra al alcance de todo el mundo: unos conocimientos básicos de ambas materias son imprescindibles para sacarle todo el partido a una obra por otra parte bien escrita y editada.
Daniel Lacalle 'se moja' sin pretender con ello sentar cátedra, con lo que consigue que La madre de todas las batallas te haga pensar al tiempo que te educa en los fundamentales que rigen el sector energético. Además, te apunta cuáles van a ser las claves para el mismo en un futuro inmediato.
"El final de la edad del petróleo no llegará porque nos quedemos sin petróleo. Tampoco será una catástrofe terrible o repentina que arroje a todas las personas a la miseria económica. El final de la era del petróleo será, igual que su comienzo, de sustitución por tecnología más eficiente y atractiva económicamente".
Yo he disfrutado y aprendido con la lectura de este libro, por lo que lo recomiendo a cualquiera que tenga curiosidad en conocer el sector energético o, simplemente, en entender el mapa energético nacional, que no es asunto baladí.
