lunes, 20 de enero de 2020

El nuevo gobierno afronta una ralentización económica gradual

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Esperamos que el crecimiento económico se frene desde un ritmo muy fuerte en 2019, pero mucho dependerá de la implementación de las políticas económicas del gobierno, explican los economistas del banco suizo Pictet.

Tras varios meses de incertidumbre política, Pedro Sánchez del partido socialista ganó un voto de confianza el 7 de enero que le confirmaba como primer ministro. Gobernará en coalición con el grupo populista de iquierda, Unidas Podemos. Este será el primer gobierno de coalición en España desde el retorno a la democracia en los años 70.

Dada la aritmética del Congreso de los Diputados, no será fácil gobernar para la nueva coalición de izquierdas. La atmósfera en el Congreso estuvo muy cargada durante el voto de confianza y es probable que continúe así. La nueva administración PSOE-Unidas Podemos tiene 155 asientos entre los 350 de la cámara y necesitara el apoyo de otros 21 diputados para poder sacar adelante las reformas planeadas.

Los primeros exámenes del nuevo gobierno serán lograr la aprobación de los nuevos presupuestos y abrir las negociaciones con ERC para calmar la crisis en Cataluña. El nuevo gobierno de coalición ha acordado una serie de iniciativas políticas que impactarán en la economía española, incluyendo una subida de impuestos a las rentas más altas y las grandes empresas, más protección al trabajador y un mayor salario mínimo interprofesional.

España ha evolucionado mejor que la zona euro de media en términos de PIB los últimos cinco años a pesar de un prolongado periodo de incertidumbre política. A corto plazo, el entorno macroeconómico se mantiene favorable gracias a una solida demanda local y unas condiciones financeras laxas. Una menor incerditumbre política debería suponer un apoyo adicional.

A medio plazo, sin embargo, algunas de las medidas propuestas por el nuevo gobierno (notablmenete la derogación parcial de la reforma laboral) podrían socavar la competitividad de las empresas. La ausencia de reformas estructurales en el programa del gobierno podría frenar el potencial de crecimiento de España, crucial para las dinámicas de la deuda. En cualquier caso, un panorama político tan fragmentado supone que implementar cualquiera de las reformas estructurales necesarias para solucionar los problemas estructurales que afronta España será complicado.

En conclusión, en Pictet esperan que la economía se ralentice lentamente desde un ritmo muy elevado, moviéndose más cerca de la media de la zona euro. "Proyectamos un PIB del 1,7% en 2020, tras una estimación del 2% en 2019. No obstante, los riesgos son bajistas y mucho dependerá de la habilidad del nuevo gobierno para implementar sus políticas económicas".