jueves, 20 de agosto de 2015

¿Por qué entierras el futuro de tus hijos en una cuenta bancaria de rentabilidad cero?

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Es muy posible que cuando tus hijos nacieran les abrieras una cuenta bancaria para ir reuniendo en ella el dinero que iban recibiendo. Tu prioridad en ese momento era salvaguardar el capital y sólo buscabas el riesgo cero. Sin embargo, en unos pocos años, te has dado cuenta de que esa cuenta empieza a tener un saldo elevado y que, si sigue así, cuando tus hijos alcancen la mayoría de edad, tendrán unos ahorrillos más que interesantes.

Ya no es sólo una cuenta en la que acumular el dinero de los cumpleaños, ya hay una cantidad lo suficientemente alta como para pensar que ese capital acumulado tiene que trabajar también para tus vástagos, pues va a ser el puntal de su futuro.

Y ahí te has encontrado el problema. Con tipos de interés elevados, la remuneración de esa cuenta era suficiente y el dinero crecía. Sin embargo, con tipos a la baja, la remuneración es tan pequeña, que cuando el banco cobra sus comisiones, el saldo anual neto se queda en rojo. Vamos, que tus hijos pierden dinero.

Es exactamente el mismo problema que te has encontrado con los depósitos bancarios. Su rentabilidad es tan reducida que las comisiones se comen el capital. Por eso, has abandonado los depósitos y te has llevado tus ahorros a otra clase de activo. Sin embargo, te has olvidado del dinero de tu hijo y lo has dejado ahí, muerto de risa, en una cuenta remunerada donde va a languidecer los próximos años. Que no quieras asumir riesgos con la hucha de tus hijos es una cosa; que aceptes que pierdan dinero durante varios años por tu dejadez es otra muy distinta.

¿Cuál es el plazo de esa inversión? ¿Hasta que cumplan los 18 años y puedan tomar las decisiones por su cuenta o gastarse los ahorros de su infancia? Bueno, pues tienes mucho tiempo por delante todavía para ayudarles desde un punto de vista financiero. Y eso pasa por trasladar ese capital a otro producto de bajo riesgo, pero más rentabilidad.

Porque tu función como padre o madre es hacer que el dinero que tus hijos están recogiendo año a año les sirva para algo al final. Que ese dinero que están acumulando trabaje para ellos y crezca.

Darte un consejo sobre dónde o cómo invertir ese dinero sería algo muy pretencioso por mi parte, porque sólo soy periodista y no analista financiero, pero sí te recomiendo que reflexiones sobre el posible objetivo real de esos ahorros o el plazo con el que cuentas porque lo que sí te puedo decir es que no hacer nada con ese capital de tus hijos es dejar que pierdan dinero.

Yo me he decantado por un fondo de inversión mixto moderado, que he asociado a mi cuenta y a donde he trasladado una parte importante de esos capitales. He elegido el fondo con todo mi empeño, buscando algo de rentabilidad con el menor riesgo.

Cuando la rentabilidad de la cuenta infantil de mi hija sea rentable, puede que su dinero vuelva allí. Si no, haré un traspaso a otro fondo. Mientras tanto, un equipo de profesionales trabaja para que sus ahorros crezcan y yo duermo tranquilo.

Por tanto, yo no he enterrado el futuro de mi hija en una cuenta de rentabilidad cero ¿Y tú?