lunes, 3 de junio de 2019

Cinco razones por las que la resistencia del mercado no durará

Los economistas de Morgan Stanley advierten de que a pesar de que las acciones se han recuperado de la caída de primeros de mayo que provocaron las tensiones comerciales, todavía podrían tener que afrontar nuevas señales negativas desde ralentización económica y los beneficios empresariales.

George Soros tiene una teoría que llama “reflexivity” según la cual los mercados pueden recuperarse con rapidez tras una fuerte caída porque los inversores esperan que los políticos respondan con potenciales soluciones.

En las últimas semanas, los mercados han caído por culpa de las tensiones comerciales. Sin embargo, se recuperaron porque los inversores asumieron que la caída de los mercados sería suficiente como para obligar a que las negociaciones volvieran a su curso y engatusaran a la Fed para que redujera los tipos, una especie de seguro contra la ralentización económica.

No obstante, desde la firma estadounidense consideran que los inversores deberían mantener la cautela y centrarse en valores defensivos de calidad, así como en fondos. Sus economistas explican que hay cinco razones por las que la ‘reflexivity’ de Soros podría no mantenerse.

1.    Las tensiones políticas se multiplican
. Las tensiones pueden empeorar en Irán, Corea del Norte y Venezuela. EE.UU. y China tardarán en llegar a un acuerdo.

2.    La economía estadounidense muestra señales de ralentización. Los datos de abril fueron malos en producción industrial y en inversiones en bienes de equipo, pero sobre todo en ventas minoristas. Las estimaciones sobre las cifras preliminares del PIB del segundo cuarto caen en picado.

3.    Los beneficios podrían seguir debilitándose ante el aumento de los costes
. Aunque los beneficios del primer trimestre crecieron un 1,5%, se han recortado en el último año y creemos que todavía podría haber una recesión este año en los beneficios.

4.    La Reserva Federal podría no venir al rescate. Si el crecimiento se debilita la Fed podría bajar los tipos, pero ese escenario ya ha sido descontado en el mercado de futuros.

5.    Las valoraciones parecen elevadas.
Si los mercados estuvieran baratos y las expectativas bajas, los datos y riesgos que vemos seguirían permitiendo ser optimistas. Pero es que las acciones no están baratas. El S&P 500 tiene un PER de 16,7 veces, una cifra históricamente elevada. Si la actividad empresarial y de los consumidores sigue frenándose, será complicado que las acciones eviten una recesión de los beneficios en el segundo trimestre.

Aunque es agradable ver que el mercado se muestra resistente, no creemos que los inversores debieran lanzarse a por el rebote. En vez de eso, deberían mantener un ojo sobre los datos macro y centrarse en posiciones defensivas, tales como buenos fondos de inversión y otras inversiones. Aunque la ‘reflexivity’ pueda haber funcionado sería inteligente creer que no va a durar de forma indefinida.

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